Un jurado de Nueva York desestimó este jueves 20 de octubre las acusaciones en contra del actor Kevin Spacey, por agresión sexual.
El hecho, según aseguraba el denunciante Anthony Rapp, había ocurrido hace 36 años -en la década de 1980- luego de una fiesta en el departamento de Spacey Manhattan, cuando ambos eran actores deconocidos en Broadway.
La parte denunciante pedía una compensación económica de 40 millones de dólares por “angustia emocional”.
El jurado concluyó en tiempo récord que el actor no mostró evidencia de que el ganador del premio Oscar en dos oportunidades había tocado “sus partes sexuales o íntimas”, según trascendió a partir del documento que el juez Lewis Kaplan presentó para dar por cerrado el caso.
Además, hizo alusión a la prescripción de dichos cargos y explicó que no están contemplados por la Ley de Protección Infantil de Nueva York de 2019.
El juicio, surgió a raíz del moviento #MeToo, una iniciativa que animó a mujeres a denunciar los abusos sexuales cometidos por personas famosas y poderosas.
Constó de varias jornadas de alegatos durante tres semanas en las que ambos actores testificaron y dieron su versión de los hechos ocurridos hace más de 30 años. Jennifer Keller, abogada de Spacey, aseguró al jurado que Rapp inventó el encuentro en el departamento y, por tanto, la denuncia debía ser desestimada.
A pesar del fallo a su favor, este hecho -junto a las más de 20 denuncias por conducta sexual inapropiada de otros hombres- opacó la vertiginosa carrera de Spacey, ya que las acusaciones le costaron su rol en la famosa serie de Netflix House of Cards.
Diversas oportunidades laborales se vieron frustradas desde entonces, como su baja del papel de Jean Paul Getty en la película “Todo el dinero del mundo”, a tan solo semanas de su estreno.
Esta instancia se desarrolló a la par del juicio penal que Spacey tiene abierto en Londres en el que se declaró “no culpable” de cinco cargos por delitos sexuales por supuestas agresiones ocurridas entre 2005 y 2013.
