La confesión de una nadadora olímpica: “he orinado en todas las piscinas en las que he nadado”
Desde pequeños se enseña a los niños que no se puede hacer pis en las piscina y, sin embargo, algunos nadador olímpicos han reconocido que sí lo hacen.
El reciente reportaje del The Wall Street Journal titulado El sucio secreto de los nadadores olímpicos ha arrojado luz sobre una práctica peculiar entre los deportistas de élite: orinar en la piscina.
Este comportamiento ha sido confirmado por varios nadadores de renombre, echando por tierra la idea de que los deportistas olímpicos mantienen una imagen impoluta en todos los aspectos de sus actividades.
La doble campeona olímpica en Río 2016 en 4×100 estilos y 100m braza; así como plata en 200, braza y 4×100 estilos y bronce en 100m braza en Tokio 2020, Lilly King, no dudó en admitirlo:
“Probablemente he orinado en todas las piscinas en las que he nadado”. Además, añadió con un tono de humor: “Puedo orinar mientras nado, lo cual es casi un don. Definitivamente es una habilidad.”
El razonamiento detrás de esta costumbre sorprendentemente común radica en la intensa necesidad de hidratación que tienen los nadadores debido al desgaste físico.
Los atuendos de competencia, cada vez más ajustados y aerodinámicos, dificultan un ingreso rápido al baño, lo que lleva a muchos a optar por liberar su vejiga en el agua.
Cabe destacar que Lilly King no es la única que ha confesado. El nadador Zach Harting, campeón del mundo en 2024 en el relevo 4×100 estilos, también reconoció haber adoptado esta práctica desde su participación en competiciones estatales de secundaria.