La historia de la mujer que lucha para que no se haga una serie de true crime sobre el 4ses1nat0 de su hijo
Patricia Ramírez es la mamá de Gabriel Cruz, un niño de ocho años asesinado en Almería, sur de España, por la que era novia de su papá en 2018, y cuyo caso se volvió mediático.
Tras años de una cruzada para evitar que su caso se vuelva una serie de True Crime, logró que la productora cesara la realización de ese documental.
“Yo creo que el límite está en el respeto a las familias, en que se les pida consentimiento, que no se les haga daño y que se trate de forma respetuosa a las víctimas”, dijo Ramírez a CNN en una llamada telefónica.
“Yo no puedo estar en contra del true crime ni de los documentales porque hay grandes películas y grandes productores que han hecho mucho bien”, expresó.
“Yo estoy en contra de lo que se me está haciendo a mí”, dijo. ” Jamás estaría en contra de las decisiones que tome otra víctima en contra de sus casos”.
Lo que Ramírez busca es que del caso de su hijo no se hable más, que no se alimente el morbo alrededor: “Y desde luego que no sean sus asesinos los que lo hagan para limpiarse la cara y cobrando por ello”.
La semana pasada Ramírez acudió a una audiencia ante la Comisión Interior del Senado de España en la que denunció que la asesina de su hijo, Ana Julia Quezada, condenada en 2019 a cadena perpetua con derecho a revisión, estaría dando entrevistas para una serie documental sobre el crimen de Gabriel, y que recibiría una compensación económica por ello.
Ramírez ha denunciado las supuestas entrevistas en prisión a la asesina confesa de su hijo desde, al menos desde noviembre de 2023 cuando se enteró que continuaba la producción de un documental por el que Quezada recibiría dinero con el que pagaría parte de la indemnización de US$ 270.000 a los padres de Gabriel.
Dice que las entrevistas fueron obtenidas de manera irregular y criticó al Ministerio del Interior y la Dirección General de Instituciones Penitenciarias por no impedir las grabaciones.
La noticia de las entrevistas a Quezada le llegó hace tres años a Ramírez cuando la contactaron para que participara. “Se les dijo que no y fue la última vez que salí públicamente” a hablar del caso.