La princesa Amalia, de Países Bajos, deslumbra con un hermoso vestido y un collar de diamantes en un banquete real
Conseguir acaparar más miradas que la reina Máxima de Holanda no es tarea fácil, pero su hija, la princesa Amalia, lo logró con gran acierto. Después de su destacada aparición en el Prinsjesdag, la apertura oficial del Parlamento de los Países Bajos, la heredera al trono volvió a robarse el protagonismo en un banquete de gala en el Palacio Noordeinde en honor al Consejo de Estado.
En esta ocasión, Amalia lució un vestido de noche azul oscuro de Alex Perry, conocido como el modelo Rowan, una prenda que resalta por su corte clásico y ceñido que acentúa sus curvas. El vestido, valorado en 1.230 euros, exudaba un glamour que recordó a las grandes estrellas de Hollywood. Complementó su look con joyas de la colección Van Oranjes, un legado familiar que se remonta a 1901, y unos zapatos de Gianvito Rossi prestados por su madre, valorados en 750 euros.
Este evento real resalta no solo su impecable estilo, sino también su creciente presencia en actos oficiales importantes. Como miembro del Consejo de Estado, Amalia se sigue preparando para su futuro rol como reina, adquiriendo conocimientos sobre legislación y derecho constitucional. Su papel en estas ceremonias es un paso crucial en su camino hacia el trono.
Aunque Amalia brilla por sus acertadas elecciones estilísticas, recientemente ha enfrentado críticas por su vida estudiantil. Su decisión de unirse a una fraternidad polémica por declaraciones misóginas generó controversia en los medios. Sin embargo, figuras públicas, como la cantante Marga Bult, han defendido su decisión, argumentando que la princesa solo busca ser vista como una joven más y no como una excepción.