El chico, de nombre Carter Blanchard y Rowdy, un labrador negro, están conectados a través de las manchas blancas causadas por el vitíligo, una enfermedad sin una causa conocida que destruye las células productoras de pigmento.
En diciembre de 2014 los médicos diagnosticaron la enfermedad a Carter. Las primeras manchas blancas aparecieron alrededor de sus ojos (como un mapache), algo que le hizo perder la confianza en sí mismo, según aseguró su madre.
“Estaba en una escuela grande con una gran cantidad de niños y su cara se transformaba muy rápidamente”, contó Stephanie Adcock, madre del niño, en una entrevista a ABC News.
“Lo primero que me contaba cuando llegaba al coche es que odiaba a su cara y odiaba la forma en que se veía”, expresó su afligida madre.
Pero todo cambió cuando Stephanie vio por casualidad en Facebook una foto de Rowdy, sin saber que padecía la misma enfermedad que su hijo. Este lindo perro, que también fue diagnosticado con vitíligo en 2014, tiene su propia página web y su propia cuenta en las redes sociales.
La madre decidió entonces ponerse en contacto con la propietaria de Rowdy, Niki Umbenhower, para que el can y el niño se pudieran conocer.
Cuando la historia de la amistad entre Carter y Rowdy se hizo pública en los medios locales, un lector anónimo donó 5.000 dólares para que su madre y el pequeño viajaran a Oregón y así pudieran conocerse en persona.
Por su parte, la dueña del can, publicó en la cuenta de Instagram de Rowdy, que tiene más de 67.000 seguidores, las imágenes del emotivo momento en el que vemos a Carter abrazando al bonito peludo, que tiene 13 años.
Por supuesto que, después de conocer a Rowdy, Carter volvió al colegio renovado. Sin tristeza y con mucha energía. La mamá de Carter y la dueña de Rowdy están intentando buscar un método para que el niño y el perro puedan verse con más frecuencia.
