Pide el divorcio tras dos semanas de casada porque su esposo era “demasiado perfecto” y no la dejaba hacer nada

En Egipto, una mujer sorprendió a todos al solicitar el divorcio apenas dos semanas después de haberse casado. La razón no fue infidelidad ni violencia, sino algo que muchos considerarían una virtud: su esposo se encargaba de absolutamente todo en el hogar. Cocinaba, limpiaba y lavaba sin que ella tuviera que mover un dedo.
Lejos de sentirse feliz, la esposa confesó que se sentía como una invitada en su propia casa. “No tenía nada que hacer, me sentía inútil”, explicó ante la corte, asegurando que la situación le generaba incomodidad y frustración, pese a que seguía queriendo a su pareja.
Aunque el esposo solo quería ayudar y demostrar amor, la mujer decidió que ese estilo de vida no era para ella y pidió formalmente el divorcio. El caso generó debate en redes sociales, donde muchos lo calificaron como uno de los divorcios más insólitos del año.