Darío Gómez, apodado el ‘Rey del despecho’, falleció el 26 de julio hace dos años en Medellín, en la sede de su empresa familiar, Discos Dago, a causa de un infarto fulminante.
Catalina Gómez relató que su padre murió en los brazos de su madre. Han pasado dos años desde su fallecimiento, y sigue siendo doloroso recordar ese momento, así como discutir sobre Johana Vargas, la última pareja de su padre, quien ha aclarado que no es sobrina de Darío Gómez.
“Yo no estuve de acuerdo con esa relación porque para mí ella es una prima, yo le dije a mi papá: ‘Con tantas mujeres que hay en el mundo y elige una sobrina. No, no estoy de acuerdo’”.
Gómez Arcila mencionó que, posteriormente, conoció a Vargas y mantuvieron una relación amable y cordial hasta la muerte del famoso cantante de música popular.
“Luego de la muerte de mi papá, ella estaba en la finca que tenemos en La Tebaida, propiedad de Darío Gómez, incluso queríamos que se quedara un tiempo mientras pasaba el luto, porque no la íbamos a sacar. Ella nos dijo que quería quedarse un tiempo y mi hermano le dijo: ‘Quédese 15 días o un mes, no hay problema”.
Cuando ellos volvieron, encontraron la finca vacía: “Incluso quiero que quede claro que yo no demandé por un televisor ni siquiera por una cama, yo creo que las cosas materiales se consiguen”.
“Igual yo sé que mi papá le dio a ella su apartamento, su carro, su estudio y tenía sus cosas. Yo solo quería que todo quedara intacto, para poder oler su almohada, oler su ropa, es algo que uno como hijo quiere tener”.
Catalina mencionó que Vargas se llevó una gran cantidad de objetos de la finca y que su padre le había dicho que esos bienes eran para sus hijos.
“Hay aspectos que debió haber respetado. No se trata de hablar mal de los demás, sino de entender por qué se hizo una demanda. No fue mi madre quien la presentó, fui yo, Catalina Gómez, porque hubo cosas que no debió llevarse”.
“Quiero tener la oportunidad de hablar con ella para que me aclare lo sucedido. No debería haber conflicto donde no lo hay.”
