El príncipe Harry está a punto de celebrar sus 40 años este domingo en su casa en Montecito, California, junto a su esposa, Meghan, y sus hijos, Archie y Lilibet. Lejos de la Familia Real británica, la celebración tendrá lugar en un entorno privado, marcado por las tensiones y desavenencias que han distanciado a Harry de su familia en el Reino Unido.
A pesar de los intentos fallidos de reconciliación y de la negativa de su padre, el rey Charles III, a atender sus llamadas, Harry ha decidido seguir adelante con su vida en Estados Unidos. Incluso en medio de la enfermedad de su padre y cuñada Kate, Harry ha dejado claro que no tiene intención de regresar a la Familia Real, después de que su oferta para ayudar en la emergencia fuera rechazada.
Harry ha construido una nueva vida en California, aunque mantiene contacto con algunos amigos de su época en Eton, quienes lo visitarán para un viaje-aventura después de su celebración familiar. Su círculo cercano ha expresado la preocupación de que Harry pueda regresar a Gran Bretaña con seguridad, dado el clima de amenazas que Meghan y sus hijos han enfrentado en las redes sociales.
El ministerio del interior ha negado la protección que Harry, como hijo del rey y veterano de Afganistán, solía tener. A pesar de los esfuerzos por parte de líderes religiosos para promover una reconciliación, el distanciamiento entre Harry y la Familia Real parece mantenerse firme.
En declaraciones a la BBC, el príncipe Harry compartió su entusiasmo por cumplir 40 años, señalando que la paternidad le ha brindado una “nueva perspectiva” y es lo que más valora en su vida actual. “El mejor regalo que me han dado, sin duda, son mis hijos», dijo Harry. A pesar de las tensiones familiares, el príncipe se centrará en su familia cercana durante su cumpleaños, antes de embarcarse en el viaje con sus amigos.
