Sam Perkins, el hombre que caminó 20 kilómetros a sus padres en medio del huracán Helene
Sam Perkins emprendió una peligrosa travesía a través del oeste de Carolina del Norte en medio de los estragos provocados por el huracán Helene, tras dos días sin saber nada de sus padres. El sábado por la mañana, Perkins comenzó su viaje en automóvil, pero pronto se encontró con carreteras bloqueadas y sin comunicación. Decidido a llegar a ellos, dejó su auto y caminó alrededor de 20 kilómetros, subiendo 670 metros de altura para llegar a la aislada casa de sus progenitores.
En una entrevista con CNN, Perkins explicó que la casa de sus padres está situada en una zona montañosa de difícil acceso, aproximadamente a una hora de Asheville, lo que la hace aún más inaccesible durante desastres naturales. “No sabía que allí arriba, Helene había devastado carreteras, viviendas y redes de servicios públicos”, señaló, describiendo la situación como completamente aislada de recursos.
Tras numerosos intentos fallidos de avanzar por carretera, Perkins decidió continuar a pie, enfrentándose a deslizamientos de tierra, caminos obstruidos y árboles caídos. “No puedo decirte cuántos caminos bloqueados y deslizamientos de tierra tuve que cruzar», relató.
Finalmente, Perkins llegó a la casa de sus padres, experimentando un alivio inmenso al ver que estaban a salvo. “Simplemente, los abracé, lloré y les puse al corriente de todo lo que había ocurrido. Recorrí la propiedad y les ayudé a enfrentar los retos que tenían por delante”, contó.
Aunque sus padres aún contaban con comida, la situación era crítica: apenas tenían agua y el gas propano para calentar los alimentos estaba a punto de agotarse. Las autoridades prevén que el suministro eléctrico tardará semanas en restablecerse, agravando la situación.
El gobernador Roy Cooper describió a Helene como «una de las peores tormentas de la historia moderna» en Carolina del Norte. Aunque se han desplegado suministros, las severas inundaciones han impedido que lleguen a los afectados en áreas remotas como la de los padres de Perkins.
Tras asegurarse de que sus padres estaban bien, Perkins decidió no usar sus provisiones y emprendió el descenso de la montaña. Un vecino lo encontró en un tramo intacto de la carretera y le dio un aventón. “Todo lo que cabe esperar de la hospitalidad sureña”, comentó.
Al día siguiente, la madre de Perkins se contactó con él, solicitando ayuda para conseguir suministros para sus vecinos, quienes no tenían provisiones. “Aún estoy procesando todo. Nunca había visto nada igual”, concluyó Perkins, todavía conmocionado por la magnitud de la crisis causada por el huracán Helene.
