Según estudio, las peleas entre hermanos nos convierten en mejores personas
No hay mejor compañero de vida que un hermano. Pero tampoco vamos a negar, que la convivencia, la confianza y el amor fraternal no serian posibles sin discusiones de por medio.
Pero estas peleas son diferentes a cualquier otra: tienen la capacidad de surgir en cualquier momento, parecer una revolución pero solucionarse en cuestión de minutos y sin necesidad de aclarar las cosas.
De eso se trata, un hermano es esa persona con la que resuelves una pelea con un simple » ¿nos preparamos algo de comer?»
Y ahora resulta que la ciencia viene a decirnos algo interesante: que las peleas entre hermanos nos hacen mejores persona a futuro. ¿Será así? Vamos a ver qué dice el estudio.
Una investigación de la Universidad de Cambridgedescubrió cómo una dosis saludable de rivalidad entre hermanos podría ser beneficiosa para el desarrollo mental y emocional, aumentar la madurez y mejorar las habilidades sociales.
El proyecto de investigación titulado Toddlers Upanalizó durante 5 años el desarrollo cognitivo y social de 140 niños de entre 2 y 6 años de edad.
Los investigadores observaron cómo los hermanos pueden tener un impacto positivo en el desarrollo temprano de una persona, incluso cuando el vínculo es temperamental.
Y aunque la rivalidad entre hermanos sostenida en el tiempo puede conducir a la construcción de relaciones y problemas de comportamiento en la vida posterior, los resultados arrojaron que las formas más leves podrían ser realmente beneficiosas para garantizar el desarrollo saludable de la infancia.
Una de las investigadoras, la Dra. Claire Hughes, Directora Adjunta del Centro de Investigación Familiar de la Universidad de Cambridge, profundizó al respecto:
«La visión tradicional es que tener un hermano o hermana lleva a mucha competencia por la atención y el amor de los padres. Pero de hecho, el equilibrio de nuestra evidencia sugiere que la comprensión social de los niños puede acelerarse por su interacción con los hermanos en muchos casos. Una de las razones clave para esto parece ser que un hermano es un aliado natural. A menudo están en la misma onda, y es probable que participen en el tipo de juego imaginativo que ayuda a los niños a desarrollar una conciencia de los estados mentales».
La especialista, también explicó a The Guardian que cuanto más discutan y sean combativos los hermanos, más posibilidades tendrán de aprender lecciones complejas sobre la comunicación y las sutilezas del lenguaje.