Mundo

Según estudio realizado en Hungría los perros gruñones son más inteligentes de lo habitual

Según un nuevo estudio, los perros más gruñones y serios pueden ser los más inteligentes. Sí, aunque no te lo creas, su seriedad esconde un cerebro privilegiado. Así lo explican un grupo de investigadores liderado por el Peter Pongracz, de la Universidad Eotvos Lorand, en Budapest, y especializado en el estudio de las interacciones entre perros y humanos.

Pongracz ya había notado en investigaciones anteriores que los perros dominantes y sumisos en hogares que tenían más de un perro, mostraban diferencias en los estilos de aprendizaje. Así que trató de indagar en ello a través de una investigación más exhaustiva titulada ‘Los perros gruñones son aprendices inteligentes’ y publicada en la revista ‘Animals’.

Lo que encontraron fue, cuanto menos, reveladora: encontraron que los perros con características de personalidad “seria” eran más capaces de aprender de un extraño que los perros más juguetones y amables.

Para poner a prueba las sospechas de este especialista, se realizaron, en realidad, dos estudios completos: con el primero buscaban analizar estilos de aprendizaje particulares de cada perro. Consistió en separar a los perros en función de una serie de características. Si está alta les puedo

Al mismo tiempo, se pusieron en la categoría de perros tranquilos a todos aquellos con actitudes más dóciles y sumisas, pero también aquellos con características amigables y fáciles para interactuar con ellos. Los científicos observaron las diferencias en perros individuales, sin importar la raza.

El segundo estudio, con la hipótesis cada vez más clara, consistió en colocar un premio comestible detrás de una cerca de alambre en forma de V. La hipótesis inicial era que, instintivamente, los canes intentarían ir en línea recta hacia el premio. Para acceder al premio, sin embargo, los perros tenían que rodear la cerca para situarse detrás y, ahora sí, poder comérselo.

Pero en principio, la media de inteligencia en estos animales no suele contemplar la posibilidad de tener que hacer este tipo de maniobras de movimiento. Es decir, cuando un perro huele el premio, intentará tenerlo a toda costa, aunque para su hocico esté fuera de su alcance. Solo un perro más inteligente de lo habitual podría reflexionar sobre ello.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba