La histórica temporada de Shohei Ohtani en los Dodgers culminó con un logro memorable, al levantar el trofeo de la Serie Mundial luego de que Los Ángeles venciera 7-6 a los Yankees de Nueva York en el quinto juego. A pesar de haber sufrido una lesión en el hombro en el segundo partido de la serie, el jugador japonés, quien hizo historia con 50 jonrones y 50 bases robadas en una sola temporada, disfrutó de su primer título. “Me siento honrado de ser parte de esta temporada y de conocer a este equipo”, comentó a la prensa.
Este título representa un hito en la carrera de Ohtani, quien previamente había ganado dos premios MVP con los Angelinos de Los Ángeles pero sin lograr avanzar a la postemporada. Su llegada a los Dodgers en diciembre marcó un cambio en su carrera, firmando un contrato récord de 10 años y 700 millones de dólares. Con los Dodgers, encontró la oportunidad que tanto esperaba para competir en los playoffs y finalmente lograr el campeonato.
La decisión de Ohtani de diferir la mayor parte de su salario hasta más adelante fue clave para los Dodgers, ya que les permitió reforzar su plantel. Esta maniobra ayudó a la contratación de su compatriota y estrella lanzadora Yoshinobu Yamamoto, fortaleciendo al equipo y mejorando sus posibilidades de éxito. Esta estrategia fue vital para la conquista del título y para dar a Ohtani el impulso que necesitaba en su primer año con la franquicia.
Ohtani describió su primer año y su experiencia de ganar la Serie Mundial como un “tremendo honor”. A sus 30 años, este campeonato cierra un capítulo importante y abre nuevas expectativas para su carrera en los Dodgers, quienes ahora, gracias a su presencia y su aporte, tienen una sólida base para continuar dominando en las Grandes Ligas.
