Un estudio de la Brigham Young University ha demostrado que las buenas relaciones entre hermanos, especialmente con hermanas mujeres, tienen efectos positivos en la salud mental, ayudando a combatir el estrés. Los investigadores estudiaron a 400 familias de Seattle con niños de entre 10 y 14 años, y concluyeron que las hermanas juegan un papel clave al evitar que sus hermanos se sientan solos o con miedo, debido a su tendencia natural a ser más comunicativas y afectuosas.
El estudio también reveló que la influencia de los hermanos puede ser más fuerte en los niños que la de los propios padres, lo que resalta la importancia de mantener una buena relación fraternal para evitar problemas emocionales. Aunque las peleas entre hermanos son comunes, el estudio sugiere que los padres no deberían ignorarlas, dado el impacto emocional negativo que pueden generar.
Este hallazgo subraya la importancia de fomentar vínculos positivos entre los hermanos para el bienestar general de los niños.
