La variante Delta de COVID-19 , detectada por primera vez en India en octubre de 2020, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los virólogos y epidemiólogos en las últimas semanas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta cepa ya se ha extendido a más de 92 países, siendo Estados Unidos, Inglaterra y Portugal algunos de los territorios más afectados actualmente.
La OMS clasifica a la Delta como una “variante de preocupación”, debido a que se transmite con mayor facilidad. En América Latina, la cepa ya ha sido identificada en países como Perú, México y Argentina.
«Nos genera preocupación cada nueva cepa, cada una trae un poco más de velocidad de contagio que la anterior. Sabemos que ya hay lugares de Latinoamérica y el Caribe donde ya se ha evidenciado esta variante. Es prácticamente ineludible que va a llegarnos, eso es una realidad en la medida que es prácticamente imposible contener la dispersión», manifestó Ruiz Gómez.
En ese sentido, el ministro concluyó que, evidentemente, cuanto más se avance en la vacunación, la presión de los grupos grandes va a impactar sobre los territorios.
