Luis Alonso Colmenares, Personaje de la Semana
En medio de protestas contra las políticas del Gobierno Nacional, enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, y el No de la Conmebol para jugar la Copa America en territorio nacional; una noticia sacudió a millones de colombianos por el veredicto inesperado en el caso de Luis Andrés Colmenares. Pero, sin duda, el más impresionado fue el padre del joven asesinado la noche del 31 de octubre de 2010.
10 años y seis meses después, el caso polémico llegó a su fin y, tanto Laura Moreno como Jessy Quintero, fueron absueltas de los crímenes que se les imputaba por la Sala Penal del tribunal Superior de Bogotá. En entrevista con El Heraldo Luis Alonso Colmenares, padre de Luis Andrés, agradeció a todos los colombianos que lo apoyaron en el caso, pero que recibió con mucha decepción el fallo del tribunal.
“Cuatro años esperando una decisión para haber salido con lo que salió el tribunal, me parece que no hay derecho. Es decir, no hay pruebas suficientes que demuestren que fue un homicidio ni hay pruebas que demuestren que hubo un accidente. Pero hay un muerto”, advirtió padre.
Frente a la posibilidad de que se acuda al último recurso que les queda, el de casación ante la Corte Suprema de Justicia, dijo que “eso lo decide el doctor Jaime Lombana –representante de víctimas–, porque fue la persona que siempre estuvo desde el comienzo atenta y apoyó sin ninguna contraprestación y la forma de agradecer su generosidad es que él siempre decide todo desde el punto de vista jurídico. Yo no lo voy a desautorizar, pero en lo personal mi cuenta terminó ayer (miércoles): 10 años, seis meses, 19 días. Hasta aquí llegué yo ante los ojos de Dios, ante la memoria de mi hijo y ante todo el pueblo colombiano que siempre nos ha manifestado su apoyo y solidaridad”.
Ningún padre desea pasar por lo que pasó Luis Alonso, pero sin duda alguna la justicia colombiana le quitó al padre de Colmenares las esperanzas de que se hiciera lo correcto. Después de tanto tiempo, la muerte de un joven llenó de sueños quedó en el limbo.