El ejército israelí confirmó el martes que Irán ha lanzado misiles contra Israel, lo que llevó a que se activaran las sirenas antiaéreas en todo el país y se ordenara a los residentes permanecer cerca de refugios. Esta situación se desencadenó tras una serie de ataques con cohetes y misiles provenientes del Líbano, y en medio de las operaciones terrestres limitadas que Israel ha comenzado en el sur de Líbano.
Las alertas se enviaron a los teléfonos móviles de los israelíes y se anunciaron en la televisión nacional, destacando la creciente preocupación por una posible escalada del conflicto. El portavoz militar israelí, contralmirante Daniel Hagari, instó a la población a seguir las instrucciones del Mando del Frente Interior, advirtiendo que un ataque iraní podría ser generalizado.
Las fuerzas aéreas y de artillería israelíes han bombardeado localidades en el sur de Líbano, provocando la evacuación de civiles. En respuesta, militantes de Hezbolá han lanzado numerosos cohetes hacia Israel, intensificando los combates en la región. Un alto funcionario de la Casa Blanca también advirtió sobre “graves consecuencias” si Irán lanza un ataque balístico contra Israel, destacando la presencia de barcos y aviones estadounidenses en la zona para apoyar a Israel en caso de necesidad.
La situación se complica aún más con las advertencias de evacuación emitidas por Israel a la población, que se extienden hasta el norte del río Awali, más allá del río Litani, donde se ha establecido una zona de amortiguación entre Israel y Hezbolá tras la guerra de 2006. A medida que el conflicto se intensifica, se han implementado nuevas restricciones a reuniones públicas y se han cerrado playas en el norte y centro de Israel. Además, el ejército israelí planea reclutar a miles de soldados de reserva para reforzar la frontera norte.
Las autoridades israelíes han llevado a cabo incursiones terrestres en el sur de Líbano en busca de información y para desmantelar la infraestructura de Hezbolá, mientras el grupo armado, respaldado por Irán, promete continuar sus ataques contra Israel. La tensión en la región plantea preocupaciones sobre un posible conflicto más amplio y las consecuencias que esto podría tener para la seguridad de ambos países.
